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RIESGOS DE LA CONDUCCIÓN NOCTURNA- MANEJO DEFENSIVO

  • Foto del escritor: Redes Prosevi
    Redes Prosevi
  • 18 abr 2024
  • 3 Min. de lectura

La conducción nocturna es una condición que está sujeta a varios riesgos producto de una acotada visibilidad. Es una situación que presenta un índice más alto de siniestralidad y mayores consecuencias en caso de una colisión.

Aprender cuáles son los riesgos de la conducción nocturna te va a ayudar a convertirte en un conductor seguro, ya que comprender los riesgos en contextos no óptimos es uno de los pilares del manejo defensivo.


riesgos de la conducción nocturna
conduccion de noche

Imágen: de azerbaijan_stockers en Freepik



PRINCIPALES CAUSAS DE SINIESTROS:


LA FATIGA

Si bien la conducción es más tranquila, hay menor cantidad de vehículos y se logra

mayor armonía al volante, la noche acumula en su haber un alto índice de siniestros

producidos por el sueño y la fatiga. El nivel de alerta disminuye, hay pocos estímulos

y el cuerpo tiene a relajar los músculos, provocando sueño más fácilmente. Por lo

tanto, es vital haber descansado al menos ocho horas antes de iniciar el viaje y

detenerse ante los primeros síntomas de fatiga. No desafíes al sueño y pará.


LA VISIBILIDAD

Uno de los principales problemas es que vemos poco. Tan poco como lo que iluminen nuestras ópticas. Con luces bajas aproximadamente se logra divisar un objeto a unos 70 metros y recién reconocerlo a los 35 metros. Con luces altas se logra duplicar esta

distancia, pero sigue siendo poca, si tenemos en cuenta que a 110 km/h (velocidad

máxima en la mayoría de las rutas) vamos a necesitar no menos de 70 metros para

detener el vehículo a cero.


LOS SINIESTROS

Una realidad es que de noche hay menor cantidad de siniestros viales, pero también los hay de mayor gravedad. La mayoría de las colisiones implica lesiones o fallecidos, ya que no se logra detectar el problema y los impactos se generan a velocidades altas. Los principales siniestros se producen por malos adelantamientos (pobre percepción del 5 PH tiempo y espacio), vuelcos/despistes por quedarse dormido y atropello a animales que se cruzan la ruta.


CUANDO USAR LAS LUCES ALTAS Y LAS BAJAS

En la Ley Nacional de Tránsito dice que en ruta, en zona rural, de noche, debemos circular con las luces altas encendidas y debemos cambiar a luces bajas cuando: nos acerquemos a otro vehículo que circule por delante, cuando se acerque un vehículo de frente, en intersecciones o al ingresar a zona urbanizada.


EL DESLUMBRAMIENTO

El hecho de circular con luces altas y no cambiar a bajas con otro vehículo de frente, causa deslumbramiento, lo que significa que ese conductor circulará por varios segundos “a ciegas”, habiendo perdido total referencia de la ruta, distancia, carriles y velocidad. Por ello es importante estar atento al uso de las luces.


LA PEOR HORA

Estadísticamente, tanto por cantidad y gravedad de siniestros de tránsito, como por lo que es el ritmo circadiano, las peores horas para conducir se encuentran entre las 2:00 y las 6:00.


POR QUÉ NOS AGARRA SUEÑO

El cuerpo está acostumbrado a mantener una rutina: dormir de noche, trabajar de día, almorzar al mediodía, etc. Cuando se decide “dar vuelta” esa rutina y manejar de noche, el cuerpo entiende que esa es la hora de dormir, por lo que bajará la atención y sumado a la falta de estímulos, generará sueño y fatiga. Esta rutina que tiene todo ser humano se la conoce como “ritmo circadiano”.


LA NOCHE Y LA CIUDAD

En las grandes ciudades, en donde de día todo es tránsito, caos y atascos, de noche es paz, fluidez y pocos vehículos. Esto conlleva a muchos conductores a superar las velocidades máximas, romper las normas de tránsito y atravesar semáforos en rojo. No hay que confiarse de esa tranquilidad y es importante asegurarse la circulación, especialmente en cruces (aunque sean semaforizados). Además, los fines de semana el alcohol dice presente en mayor cantidad de conductores.

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